Inst. Domóticas

Permiten un intercambio bidireccional (en ambos sentidos) de información numérica.

También son capaces:

• De efectuar tratamientos locales que mejoran su precisión, su fiabilidad, su rango de funcionamiento.

• De efectuar autotest y autodiagnósticos.

• De ser teleconfigurados y telecontrolados (configurados y controlados remotamente).

Las comunicaciones entre el captador inteligente y los demás elementos del sistema se establecen mediante conexiones punto a punto o conectándolos a un bus de campo.

Por ejemplo, un termostato inteligente envía una señal a la central del sistema cada cierto tiempo informándole de varios conceptos, entre los que destacan el valor de temperatura, posibles modificaciones manuales por parte del usuario, si está alimentado, si está correcto... y la central recoge esa información y en función de las consignas programadas que tenga, activará o no la salida o salidas de climatización que deba controlar.

Además informará al termostato de si ha recibido correctamente sus mensajes, la temperatura de consigna que tiene programada... y lo alimentará.

 

También los sensores de lluvia, asociados al sistema de gestión y capaces de informar sobre si ha llovido recientemente o sobre si está lloviendo, ya sea por medio de sensores de humedad en el suelo, o utilizando un sensor de nivel de agua acumulada en un depósito especial que ofrecerá la cantidad de litros/m² de agua que ha caído o que está cayendo.

Podemos hacer referencia también al detector de consumo de agua, al de energía eléctrica, a los sensores de nivel de depósitos o al detector termo-velocimétrico, el cual sirven para detectar los cambios rápidos de temperatura cuando se produce un incendio.

Como entradas al sistema de control, los sensores mecánicos (pulsadores, interruptores, conmutadores...) son también muy empleados.