Las ayudas y primas a las térmicas de gas, carbón y fuelóleo suman casi 15.000 millones de euros en los últimos cinco años
La reforma del sistema eléctrico que ha emprendido el gobierno ha sido recibida con satisfacción, cuando no arrobo, por los editoriales de los principales medios escritos del kiosco nacional. "Un ajuste duro, pero necesario", decía este fin de semana El Economista. "El PP ha tenido que arremangarse -una vez más- para solventar la ruinosa herencia eléctrica dejada por el PSOE, y todo apunta a que esta reforma logrará su objetivo", clamaba exultante, con un cierto tono épico, el editorialista de ABC.
¿Quién tiene la culpa del déficit de tarifa?
El discurso oficial, el que acuñara el hoy exministro Miguel Sebastián, el que ha reproducido hasta la saciedad el vigente Soria, el discurso de "las renovables son las culpables del déficit de tarifa", ha sido imprimido hasta el éxtasis este fin de semana -continúa siéndolo hoy- en todas las secciones de Economía del kiosco nacional. Emblemático es El País, en su editorial, el sábado pasado: "el gobierno presentó ayer una reforma eléctrica, orientada a reducir el déficit de tarifa (superior ya a los 26.000 millones), que, en términos generales y a falta de detalles, es más atrevida de lo que cabría esperar, dados los precedentes de gestión de Industria. La pieza fundamental que avala esa buena impresión -continúa El País- es el nuevo sistema de retribución de la distribución, el transporte y las energías renovables, actividades claramente sobrerretribuidas en el modelo actual y que contribuían de forma importante al citado déficit". En fin, reforma "atrevida" que incluye un nuevo sistema de retribución para las renovables, que están "claramente sobreretribuidas". Sí, el discurso oficial de los gemelos Sebastián y Soria ha calado hasta los tuétanos del kiosco nacional. Y, aunque los números desmienten las sandeces, el pío pío no cesa de ser reproducido en las páginas de todos los periódicos.
Las renovables no tienen la culpa del déficit de tarifa
Y no la tienen, por mucho que regurgiten su mantra, todos los días, los voceros de Unesa y la derecha política-mediática española, ora representada por El País, ora por ABC. La culpa del déficit de tarifa la tiene el regulador que inventó ese engendro, una caja de Pandora en la que caben miles de millones de euros en subvenciones a fondo perdido para el gas natural (más de 2.500 millones de euros solo en los últimos cinco años en concepto de pagos por capacidad), caja en la que caben miles de millones de euros en primas para la cogeneración con carbón, fuel-gasóil, gas de refinería y gas natural (más de 5.000 millones de euros en este último quinquenio), caja de Pandora en la que caben miles de millones de euros para retribuir kilovatios extrapeninsulares de gasóleo, fuelóleo, diésel y otros combustibles fósiles (más de 7.000 millones de euros en los últimos cinco años), caja en la que caben miles de millones de euros -subvenciones enmascaradas- regalados en concepto de "interrumpibilidad" a multinacionales como Arcelor Mittal o Atlantic Copper (más de 2.000 millones de euros en ese mismo período), cajón en el que cupieron miles de millones de euros para las nucleares en concepto de CTCs, Costes de Transición a la Competencia (más de 10.000 millones) y etcétera, etcétera, etc.
El regulador regula
El déficit de tarifa, caja de Pandora, lo ha construido el regulador (PSOE-PP), que es el que decide qué costes deben ser "regulados" y cómo. El déficit de tarifa lo ha construido y sigue construyéndolo el regulador porque el regulador quiere seguir subvencionando a fondo perdido al gas natural, por ejemplo. El secretario de estado de Energía, Alberto Nadal, explicó el pasado viernes que los ciclos combinados de gas seguirán percibiendo los denominados incentivos a la inversión -subvenciones a fondo perdido- durante los próximos veinte años a razón de 10.000 euros por megavatio instalado y año. El PSOE estableció ese incentivo -20.000 euros por megavatio y año durante diez años en 2007- y el PP, aunque alarga el plazo de pago, respeta la cuantía escrupulosamente. O sea, ni un euro menos. Y conste que estamos hablando de dinero -más de 2.500 millones de euros en los últimos cinco años- que percibe una empresa por construir la fábrica, no por los kilovatios que generará esa fábrica mañana (a las renovables se las paga por kilovatio generado; al gas, simplemente por estar). El déficit de tarifa lo ha construido y sigue construyéndolo el regulador porque el regulador permitió que las grandes eléctricas -propietarias de las centrales nucleares- se embolsaran 3.000 millones de euros que no debían embolsarse -vía CTCs- y Sebastián y Soria, Soria y Nadal, no han querido reclamar la devolución de esa millonada.
Beneficios pornográficos
Y el déficit de tarifa lo ha consentido, y sigue consintiéndolo, el regulador (PSOE-PP), porque no quiere contener los beneficios estratosféricos que se están levantando nucleares e hidroeléctricas, no quiere convertirlos en beneficios razonables -como dice que ha hecho con los de las renovables- y no quiere combatir el déficit estructural que tienen Nadal y Soria en la cabeza -que evalúan en 4.500 millones de euros- con unos ingresos -esos recortes a hidroeléctricas y nucleares- que podrían equilibrar el sistema todo. Porque es que resulta que, en los últimos cinco años, y gracias a unas reglas de mercado que se hicieron a su medida, nucleares e hidroeléctricas (en manos todas del oligopolio) han obtenido rentabilidades desmesuradas (de hasta un 2.200%). En total, más de 14.000 millones de euros de sobreretribución en el quinquenio 2008-2012. ¿Por qué no reduce el gobierno esa rentabilidad obscena hasta convertirla en "razonable" y emplea esos beneficios pornográficos (formidable sobreretribución que este año podría ascender a 4.000 millones de euros) en combatir su más negro fantasma: el déficit de tarifa? Sí, el déficit de tarifa es el fruto podrido del regulador, no una consecuencia del incremento de las primas a las renovables, como cantan y cuentan todos los días, en todos los medios de comunicación, los palmeros de Unesa, ora en El País, ora en ABC, ora en Expansión...
El déficit (de tarifa) está en la cabeza del regulador Hace solo unos días, trescientos diputados neutralizaron en el Congreso una propuesta de Izquierda Plural. Ese grupo parlamentario proponía realizar una auditoría energética para saber cuánto cuesta cada concepto y dónde podemos ahorrar. Hubo 195 noes, 105 abstenciones y solo 23 síes. El diputado popular encargado de decirle no a la auditoría fue Mario Flores Lanuza, antaño consejero en la Generalitat Valenciana. Entre otras cosas, Flores Lanuza reconoció lo que sostiene esta pieza periodística toda: "el problema del déficit -dijo- está en la regulación y no en la generación" [ergo no en las renovables]. La hipótesis del iluminado Lanuza pone en mal lugar a los autores de esa regulación, o sea, a su partido, el PP, y al PSOE. Porque socialistas y populares son autores -únicos- de esa regulación. Porque el partido de Aznar gobernó entre 1997, año de aprobación de la Ley del Sector Eléctrico, y 2004; el PSOE lo hizo entre 2004 y 2011; y el PP volvió al gobierno a lomos de diez millones de votos y lleva ya gobernando más de año y medio. Flores Lanuza concretó aún más su discurso: los costes regulados en España -añadió- "fueron en 2006 de 9.000 millones de euros y en 2012, de 18.000, justo el doble. Sin embargo, la generación fue muy similar". O sea, segunda perla de valor incalculable: los costes establecidos por el gobierno crecen un 100% (y lo hacen por obra y gracia del Ejecutivo, que es el que regula) aun cuando la generación es "muy similar", según Flores Lanuza. Sí, eso dijo el propio partido del gobierno en sede parlamentaria la semana pasada para votar a continuación contra la auditoría energética y presentar unos días después, el viernes pasado, una reforma que, según el ministerio, iluminado, "equilibra definitivamente el sistema eléctrico".
Fuente: Voltimun