• fotovoltaica.jpg
  • geotermia.jpg
  • automatizacion.jpg
  • automation.jpg
  • interior.jpg
  • soldadura.jpg
  • agua.jpg
  • motores.jpg
  • industrial.jpg
  • imgBannerMoodleRed.jpg
  • imgBannerMoodle0.jpg
  • imgBannerMoodleRayoAzul.jpg
  • universe.jpg
  • transporte.jpg
  • seguridad.jpg
  • economy.jpg
  • electronic.jpg
  • termica.jpg
  • pipes.jpg
  • imgBannerMoodleEolo.jpg

En los últimos meses de este verano del 2018 hemos tenido un crecimiento constante del precio de la luz. Con los altos precios que fija el mecado mayorista y las subidas ininterrumpidas, volvemos a encontrarnos con el debate de "el precio de la luz" y cómo mejorar los mecanismos de fijación de precios de la factura eléctrica. En el siguiente artículo de Luis F. Valero aborda esta cuestión desde su punto de vista.

 

 

"Llevamos varios años viendo como los precios de la electricidad se mueven como una montaña rusa, suben y bajan sin que nadie sepa explicar por qué ocurre.

Nos dijeron hace unos años que era debido a las renovables, a la famosa prima a las renovables. El oligopolio -las grandes compañías eléctricas- justificaban la subida de precios a la decisión que tomó el Gobierno de aquel momento para potenciar estas tecnologías de generación y, por ello, premiar el desarrollo de las renovables.

El pasado año 2017 se justificó la subida de precios a final de año debido a que en Francia había varias centrales nucleares paradas y, por tanto, exportábamos electricidad lo que incrementaba la demanda eléctrica y, además, que las reservas hidrológicas estaban muy bajas y por ello se estaba produciendo más energía con tecnologías de generación cuyo precio era más caro como: las centrales térmicas convencionales (carbón y fuel oil) y las centrales térmicas de ciclo combinado (gas), las cuales dependen de combustibles cuyo precio estaba en alza.

En el caso de las centrales de ciclo combinado, además nos llevamos la sorpresa que no había suficiente gas en España debido a que los reservorios estaban vacíos y, por tanto, las compañías (otra vez el oligopolio que son en mayoría propietarias de estas centrales) que están en MIBGAS -Mercado Ibérico del Gas- habían incumplido las reservas mínimas que debían tener.

Pero no pasó nada, el entonces ministro Sr. Nadal llamó la atención a las empresas que constituyen la sociedad MIBGAS, cuyas principales funciones son: responsable de la gestión del Mercado Organizado de Gas, tanto de su correcto y adecuado funcionamiento como de la gestión económica de los servicios que oferta, siempre respetando los principios de eficiencia, eficacia, transparencia, objetividad, no discriminación, independencia y voluntariedad.

Esta llamada de atención vino por no disponer el sistema gasista de las suficientes reservas para responder a la demanda y a la preferencia de las principales empresas componentes de MIBGAS, que curiosamente vuelven a ser el oligopolio, de no facilitar al sistema el gas que las centrales combinadas de gas requerían para su funcionamiento, y preferir vender ese/su gas en los Hub Virtuales europeos como Gaspool (Alemania) y no en AOC (Enagás-España), dado que estos mercados pagaban más que el mercado ibérico del gas.

La CNMC abrió una investigación, pero no sabemos aún nada de esto. Recordemos que se dijo por parte del Gobierno de entonces que los precios bajarían en cuanto empezara a llover. Pues ha llovido mucho y los pantanos están en valores no vistos desde hace tiempo. Este año, seguimos con precios altísimos, veamos cual ha sido la evolución de precios en los últimos 11 años.

Nota: Precio 2018 estimación en base a los precios del mercado spot obtenidos hasta julio y de los futuros desde agosto a diciembre

Los precios de este año no se justifican. Tenemos las centrales de generación de electricidad más renovables: las hidroeléctricas, cuya materia prima de generación de electricidad es el agua, marcando los precios máximos de la electricidad.

Y tenemos los embalses llenos. Las reservas hidráulicas están en máximos históricos como se ve en esta gráfica de la https://www.embalses.net, los embalses están por encima del año 2016 donde se marcaron precios de la electricidad de 40,5€/MWh de media anual y en el mes de julio de ese mismo año fue de 40,92€/MWh.

El siguiente cuadro indica que generación marca el precio de la electricidad por hora (elaboración OMIE).

La producción de centrales hidroeléctrica ha sido en julio del 2018 de 1.447GWh, mientras que en julio del 2017 fue de 557GWh, es decir, un 159,7% más de producción hidroeléctrica este año. ¡Da que pensar!

Es curioso que el pasado año en el mes de julio el precio de la electricidad fue de 48,63€/MWh, con poca producción hidroeléctrica y este año ha sido de 61,88€/MWh con mayor producción hidroeléctrica. Debe de ser que el precio del agua que cae del cielo ha subido su valor.

Precisamente las horas donde hay más demanda es cuando la generación hidroeléctrica (HI -azul clarito-)) está marcando los máximos de los precios de la electricidad.

La potencia instalada en España de generación de electricidad es de 59.818,9 MW, siendo el 19,5% del total. La capacidad de generación hidroeléctrica en España potencia solamente superada por los ciclos combinados de gas, que con un total de 27.200 MW es la primera tecnología por potencia instalada suponiendo un 24,8% del total. La energía eólica supone un 23.002 MW de potencia instalada que equivale a un 22,3%.

 

Esto significa que en años en los que no hay suficiente reservorio de agua, la tecnología que tendría que cubrir a la hidroeléctrica sería el ciclo combinado.

¿Esto es lo que está pasando este año? La respuesta es NO. Se está produciendo más electricidad con la hidráulica que con los ciclos combinados.

Los ciclos combinados están entrando poco en el sistema (son los cuadritos con el nombre de TCC del cuadro 3). Se aprecia en el cuadro 3 que las térmicas de carbón -TER- (afectadas por los altos precios del carbón y del CO2) sí están entrando en el sistema, pero no están marcando estas tecnologías los precios mayores del mercado.

También nos han dicho que la demanda en julio ha subido debido a la meteorología. Esto tampoco es verdad. El julio del 2017 la demanda horaria fue de 39.286MWh, mientras que en julio del 2018 fue de 37.815MWh. Esa disminución de la demanda se produjo principalmente por la caída de las temperaturas que hizo que la demanda en 2018 cayera un 0,3%; cuando en el 2017 fue al contrario, la temperatura hizo que la demanda de electricidad creciera.

Luego si esto es así, ¿por qué el precio de la electricidad es más caro?

Según el oligopolio se están dando varias circunstancias: apenas hay generación de electricidad de las tecnologías renovables (excluida la hidroeléctrica), el precio del petróleo y sus derivados está muy alto, el precio del gas natural está muy alto, el precio del carbón está muy alto y el precio del CO2 está muy alto.

Otra falacia más. La eólica en julio del 2017 generó 3.387GWh y en el mismo mes del 2018 2.576GWh, un 31% menos, que ha sido suplido claramente por la hidroeléctrica, que como se ha indicado anteriormente aumento su producción un 159,7% más.

Es cierto que llevamos meses con precios al alza del barril de petróleo, tanto el Brent como el WTI, pero hace unas semanas la OPEP tomó la decisión de aumentar la producción y, desde ese momento, los precios del petróleo y sus derivados han bajado y se han estabilizado. Pero no el precio de la electricidad.

Es decir, todos los precios de referencia están muy altos, los precios de referencia de las energías menos competitivas que son las que menos han entrado en el sistema en este mes de julio, pero curiosamente como se ha demostrado anteriormente (cuadro 3), el máximo del precio del mercado OMIE lo está marcando la hidroeléctrica, la cual no está afectada por ninguno de los elementos indicados anteriormente.

Vamos a hacer un esfuerzo y partamos de la base que el oligopolio tiene razón, aunque más adelante desmontaremos esta afirmación. Si lo que dicen es verdad, (1) ¿por qué los máximos de los precios del mercado los está marcando la generación hidroeléctrica?, tecnología que no está afectada por ninguno de los elementos indicados anteriormente.

Veamos el por qué. Al ser un mercado liberalizado, los precios de la electricidad los establece un sistema de casación entre la oferta y la demanda. En este sistema las tecnologías de generación van entrando en orden prestablecido en el sistema eléctrico (cuadro 5, ver a continuación) y van ofreciendo sus precios de tal manera que la última tecnología que entra en el sistema es la que marca el precio final, y es este precio el que se paga a todas las tecnologías por la energía que van a aportar al sistema y, por tanto, la energía que va a cubrir la demanda. Es decir, que si la generación térmica de carbón ha propuesto la venta de la energía que es capaz de producir a 1€/MWh y la hidroeléctrica a 64€/MWh, toda la energía que se genera, independientemente de la fuente de generación, se paga a 64€/MWh.

Es decir, cada tecnología ofrece su capacidad de generación y su denominado Coste de Oportunidad que es el precio que propone al sistema, pero, sin embargo, si llega otra tecnología con un Coste de Oportunidad mayor y el sistema de oferta y demanda casa a ese precio, todas las tecnologías van a recibir el precio último al que se ha casado.  Este sistema de configuración de precios recibe el nombre de Sistema Marginal de Precios.

Esta forma de actuar resulta cuanto menos “sospechosa”. Para entender cómo se pueden alterar los precios, y contestando a la pregunta (1), tenemos que explicar cómo establecen los precios los generadores/productores de electricidad. Los generadores/productores de electricidad establecen, por un lado, la cantidad de energía que sus fuentes de producción ofrecen al mercado, y definen dos precios: el precio marginal y el coste de oportunidad. El primero se define mediante los costes de materia prima, producción, mantenimiento y el margen comercial (para ser simples). El segundo se define por cuál es la pérdida que tendría por no vender la energía a otro precio y en un momento de escasez. Es decir, si puedo vender más caro, ¿por qué no hacerlo¿. Es este, el coste de oportunidad, el precio que ofrecen al mercado.

¡Anda! Aquí tenemos la respuesta, que es la pérdida por no vender la producción de energía a partir del agua en posibles meses en los cuales hay menos capacidad almacenada de agua. Es decir, un elemento o recurso gratis (no hay coste dado que viene del cielo), y unas centrales de generación hidroeléctrica que están más que amortizadas y, por tanto, sus costes son básicamente de mantenimiento (precio marginal bajo), se están guardando el recurso agua para momentos que haya menos agua y a eso le están poniendo un precio (coste de oportunidad), que me voy a permitir caracterizarlo de sinvergonzonería.

No debemos de olvidar que España es el país de Europa que más capacidad de almacenamiento de agua para la producción hidroeléctrica, y no le estamos sacando el beneficio que ello debería de aportar a los consumidores: empresas y ciudadanos. Esta situación nos lleva a decir/afirmar que los precios son manipulables y a hacernos otras preguntas: ¿qué falla en el sistema?, ¿es que el sistema no puede vigilar la manipulación que el oligopolio está realizando?

La respuesta es “claro que sí”. El sistema está preparado para poder actuar tanto a través de la Secretaria de Estado de Energía, como a través de la CNMC (Comisión Nacional de Mercado y la Competencia). Ambos tienen que vigilar el sistema eléctrico, están obligados a ello por Ley.

La cuestión que nos viene a la cabera es: ¿por qué no actúan? Pues por una razón muy sencilla: los políticos, la política, el Gobierno, las puertas giratorias, la recaudación de impuestos y la capacidad que tiene el oligopolio para asustar al Gobierno debido a que son las empresas que más trabajadores tienen contratados y manejan una parte importante del PIB español. Es decir, se encuentran en una situación de fortaleza.

También se puede incorporar otro elemento que es la necesidad de recaudar por parte del Gobierno. ¡Sorpresa! Con precios altos de la electricidad, la recaudación del IVA aumenta, así como otros impuestos, como el impuesto eléctrico y la tasa de utilización del domino público y, por tanto, esa recaudación entra en las arcas de las haciendas (central, autonómica y local), y como Hacienda somos todos, todos tenemos que poner “nuestro granito de arena”, es decir, sin crear un impuesto nuevo el Gobierno ha buscado un mecanismo para aumentar la recaudación. Mecanismo acordado con el oligopolio.

¿Qué está pasando aquí que no está pasando en otros países: Alemania, Francia, Holanda, Noruega etc.?

Por un lado, la mentalidad del político de esos países que piensan y actúan en beneficio del país y de sus ciudadanos, y por otro las instituciones, las cuales controlan y vigilan “de verdad” el mercado, y no están controladas por los políticos y el Gobierno de turno, no consintiendo los abusos que aquí se están llevando a cabo.

Llama la atención que el 14 de agosto de 2018 en un artículo publicado en un periódico nacional, los Gobiernos de España y Portugal pidan públicamente a los reguladores eléctricos y financieros que investiguen la fuerte subida del precio mayorista de la luz que se lleva registrando en las últimas semanas, y que ambos países anuncian comprometerse a una vigilancia especial para evitar distorsiones en los precios.

Estamos en este momento en precios de la electricidad en el mercado diario de +10€/MWh por encima de los precios que deberían de ser, y en el mercado de los derivados financieros a corto plazo (4 trimestre 2018) en +15€/MWh por encima. El mercado está totalmente desajustado dada la falta de intervención de las autoridades.

Si nos damos cuenta, llevamos algunos meses que no se habla en los medios de comunicación de los precios de la electricidad. ¿Por qué será?

Ante esta situación uno se puede preguntar si la liberalización del sector que empezó en el 1998 y culminó en 2008 ha servido para normalizar el sector y los precios. La respuesta es SÍ, en mayúsculas.

La liberalización buscó crear un mercado que en economía recibe el nombre de Competencia Perfecta, y en donde las empresas carecen de poder para manipular el precio (precio-aceptante). Esto se da en los mercados donde la interacción entre la oferta y la demanda determina el precio, de tal manera que ningún comprador o vendedor de forma individual ejerce influencia decisiva sobre el precio. Este sistema tiene como objetivo que entren más empresas que oferten y demanden productos y/o servicios para que los precios vayan hacia abajo o, mejor dicho, respondan a la realidad del mercado.

Esto es la teoría. La realidad en España es que en el proceso de liberalización donde se separó la producción, la distribución y la comercialización están los mismos, el oligopolio.

La CNMC tiene denuncias que demuestran que esto es así. Que la realidad demuestra que no se ha llevado a cabo esta separación de figuras, que existe interrelación entre ellas (Esto da para otro artículo sobre cómo actúan en el mercado de producción y comercialización el oligopolio)

Si esto es así, ¿se debería de cambiar el modelo de establecimiento del precio en el mercado mayorista? Por ejemplo, ir a un modelo “Pay as Bid”, es decir, se paga por lo que se ofrece. Aquí hay varios estudios al respecto que dicen que sería positivo o negativo. Bajo mi punto de vista, ahí no está el problema, sino en controlar/supervisar cómo las tecnologías de generación entran a ofrecer sus precios reales. Cuando se liberalizó el sistema en España se definió un modelo que es el que se ve en el cuadro siguiente.

En el actual sistema, las tecnologías de producción van entrando según un orden preestablecido y acordado, y ofrecen su capacidad de producción y precio (coste de oportunidad). La hidráulica regulable, es decir, las centrales hidroeléctricas que entran al final en el proceso de casación, deberían de ayudar a disminuir/contener el precio de la electricidad. Cuando se diseñó el sistema en el proceso de liberalización ese era su objetivo, dado que es una tecnología más eficiente que las térmicas (carbón, fuel oil y gas) y, por tanto, no está sujeta esta tecnología a la variabilidad de los precios de: combustibles fósiles, CO2, y cambio euro/dólar. Pero esto es lo que no está pasando.

¿Tiene solución esto? Claro que sí, denunciándolo las asociaciones del sector: Eólica, fotovoltaica, termosolar, grandes consumidores de electricidad … y aquellas asociaciones empresariales generales y sectoriales, las cuales deberían de empezar a actuar y defender los intereses de sus representados.

Llama la atención como D. José María Marín Quemada, presidente de la CNMC, en la inauguración de un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) titulado ‘La energía del futuro en la era digital’ (julio 2018) y delante del nuevo secretario de Estado (J. Domínguez) mostró su preocupación por la alteración significativa de los precios en el mercado mayorista en los últimos meses y hay que tener una explicación clara de por qué esto está sucediendo. Rápidamente el secretario de Estado de Energía indicó que “también están preocupados por ello”. Ambos representantes comentaron ante el público que la CNMC tiene la tarea encomendada de vigilancia. ¡Curioso! Pero aún no se ha hecho nada.

Una acción complementaria puede ser la creación de un observatorio que esté continuamente analizando la configuración de los precios de la electricidad y denunciando ante la CNMC las situaciones de abuso de poder, de tal manera que se obligue a la CNMC a actuar. Sinceramente es una pena tener que actuar así para que el ente regulador actúe.

Estoy convencido que si esta situación empieza a ser denunciada (como intenta este artículo), el Gobierno y los organismos reguladores encargados de vigilar las actuaciones en el sector energético se verán obligados a actuar rápidamente y poner coto a esta situación “endémica”, la cual lleva al país a un peligro que no se está analizando: el aumento del precio de la electricidad lastra el crecimiento económico. No hay que ser un experto en economía para saber que si se incrementan los costes fijos, se pierde competitividad y, además, el IPC aumenta (la electricidad es uno de los elementos más importantes en el cálculo del IPC).

La CNMC tiene la obligación de actuar rápida y contundentemente, de esta forma los productores de electricidad se pensarán si les compensa manipular los precios de la electricidad.

Da tristeza ver cómo en otros países esto no pasa. Alemania u Holanda, que son países dependientes energéticamente, tienen precios más bajos que los nuestros. Solamente hay un país con precios similares o algo por encima a los nuestros, Italia. Pero este país depende energéticamente de Francia."

 

 

 

(Fuente: Energética21)

 

------------------------------ PUBLICIDAD ------------------------------------------